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| ¿Para Que pelear ? |
Para que pelear por alguien si tarde o temprano vamos a salir lastimados? En toda pelea uno siempre
apuesta y se juega algo, en la del amor lo único que se puede apostar es el corazón. Sumarse a una pelea
por alguien es saber que tarde o temprano el corazón va a salir herido, pero a veces estamos tan seguros
de que vamos a ganar que no nos importa nada y vamos para adelante, con ganas de llegar hasta las
ultimas consecuencias, hasta el final y pensando que vamos a obtener la victoria, pero no siempre es así.
Muchas veces peleamos, sabiendo que no tenemos chance de ganar, pero igual la seguimos, no nos
damos por vencidos, nos pegan, nos lastiman, pero nos levantamos una y otra vez sin dejar que esa
pelea termine sin nosotros ser los ganadores. Pensamos que tarde o temprano vamos a conseguir lo que
queremos, la victoria, pero la realidad es que no siempre es así. Aunque uno sea fuerte, optimista, no
todo solo depende de uno mismo, sino también depende del contrincante, de la persona con la cual
estamos peleando y los obstáculos que nos pueda poner ella en el camino. Muchas veces esa persona
tiene mucha mas fuerza para poder destruirnos a nosotros, y nos caemos miles de veces en el ring, pero
tenemos un objetivo y es ganar, por eso aunque nos duela nos levantamos, sin importar cuanto dolor
soportemos, sin importar ya cuando haya sangrado la herida, vamos por ese fin, ese que hace que
estemos ahí y no nos demos por vencidos, ese fin que tiene nombre y apellido y es el único por el cual
somos capaces de apostar todo y dejarnos golpear tanto, con tal de conseguir ganar esa pelea, la pelea del amor.
apuesta y se juega algo, en la del amor lo único que se puede apostar es el corazón. Sumarse a una pelea
por alguien es saber que tarde o temprano el corazón va a salir herido, pero a veces estamos tan seguros
de que vamos a ganar que no nos importa nada y vamos para adelante, con ganas de llegar hasta las
ultimas consecuencias, hasta el final y pensando que vamos a obtener la victoria, pero no siempre es así.
Muchas veces peleamos, sabiendo que no tenemos chance de ganar, pero igual la seguimos, no nos
damos por vencidos, nos pegan, nos lastiman, pero nos levantamos una y otra vez sin dejar que esa
pelea termine sin nosotros ser los ganadores. Pensamos que tarde o temprano vamos a conseguir lo que
queremos, la victoria, pero la realidad es que no siempre es así. Aunque uno sea fuerte, optimista, no
todo solo depende de uno mismo, sino también depende del contrincante, de la persona con la cual
estamos peleando y los obstáculos que nos pueda poner ella en el camino. Muchas veces esa persona
tiene mucha mas fuerza para poder destruirnos a nosotros, y nos caemos miles de veces en el ring, pero
tenemos un objetivo y es ganar, por eso aunque nos duela nos levantamos, sin importar cuanto dolor
soportemos, sin importar ya cuando haya sangrado la herida, vamos por ese fin, ese que hace que
estemos ahí y no nos demos por vencidos, ese fin que tiene nombre y apellido y es el único por el cual
somos capaces de apostar todo y dejarnos golpear tanto, con tal de conseguir ganar esa pelea, la pelea del amor.
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